Groucho Marx: Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?
Señorita: Por supuesto!
Groucho Marx: ¿Y por un dolar?
Señorita ofendida: ¿Qué se cree usted que soy?
Groucho Marx: Eso ya ha quedado claro querida, ahora estamos negociando el precio.